Punto. Se usa para hacer una pausa larga que marca el final de una oración. Existen tres tipos:
- Punto y seguido: separa enunciados dentro del mismo párrafo. Después continuamos escribiendo en la misma línea.
- Punto y aparte: separa dos párrafos distintos que aportan ideas o contenidos diferentes. Después deberemos cambiar de línea para escribir dejando un espacio de separación.
- Punto final: cierra el texto, ya sea para finalizar un apartado, una sección o el texto en su totalidad.
Coma. Usos más comunes:
- Separar los elementos de una enumeración: Rosas, dalias, margaritas y lilas son los productos estrella en nuestra floristería.
- Para invocar: Me parece, señor, que se equivoca.
- Se usa con las conjunciones: aunque, pero, sin embargo, sino y otras similares.
- Para explicar una idea en la frase o en frases que actúan como incisos a modo de aclaración: Nuestros camiones, los más modernos del mercado, tienen las certificaciones de la Unión Europea.
- Después de expresar una condición: Si le interesa, contacte con nosotros.
- Cuando se invierte el orden lógico en una frase: En Madrid, somos la empresa líder.
- Cuando se omite el verbo: Nuestros profesionales son los mejores; nuestras instalaciones, modernas y amplias.
Punto y coma. Se usa para separar los elementos de una oración compuesta cuando son muy extensos o ya incluyen una coma en su interior.
Ejemplo: Disponemos de todo lo necesario: un equipo experimentado, con años trabajando en el sector; la maquinaria más moderna, con todos los certificados de seguridad; y el valor de nuestros precios, los más competitivos.
Dos puntos. Usos más comunes:
- Para explicar una idea: Especialistas en pilotes: agujeros para obras.
- Para citar textualmente: Nuestro gerente lo tiene muy claro: “Nuestro objetivo es su satisfacción”.
- Se usan antes de una enumeración: Estos son nuestros servicios: instalación, fabricación, mantenimiento.
- Detrás del encabezamiento de una carta: Querido Pepe: no he podido escribirte antes...
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